¿Se puede alcanzar la Independencia Financiera?

Cada vez más estamos escuchando y leyendo sobre el concepto de independencia financiera.

¿Quién no ha soñado con no tener que trabajar para vivir? ¿Quién no desea no tener que pagar el recibo de la hipoteca o del préstamo del coche?

La mayoría tenemos que trabajar, pocos son los afortunados que cuentan con unos activos mobiliarios o inmobiliarios heredados que le generen los suficientes ingresos para poder vivir sin trabajar.

Para conseguir vivir sin trabajar deberíamos replantearnos nuestra situación financiera actual, analizar para qué vivimos y por qué trabajamos para pagar ciertos gastos.

¿Viviríamos más felices sin tener que pensar en pagar ese préstamo que nos quita el sueño?

Pensemos en todo aquello que nos vemos obligados a comprar y financiar con un préstamo del banco, ¿de verdad lo necesito o podría vivir sin ello?

 

¿Qué se entiende por independencia financiera?

La independencia financiera se alcanza cuando conseguimos que nuestros gastos sean inferiores a los ingresos pasivos que generan nuestros activos, es decir, conseguir generar los suficientes ingresos no procedentes de nuestro trabajo sino de nuestros activos mobiliarios o inmobiliarios para poder vivir.

Alcanzar la independencia financiera consiste en no tener que dedicar nuestro tiempo a “trabajar”, tal y como conocemos el concepto de trabajo de hoy en día.

Este es el sueño que, quizá, conseguiremos alcanzar en el momento de nuestra jubilación, cuando podamos tener todo el tiempo para dedicarnos a “hacer” todo lo que nos gusta sin tener que ir a trabajar.

Aún nos quedan muchos años para la jubilación, centrémonos pues en qué podemos ir haciendo ya hoy para empezar a alcanzar nuestra independencia financiera.

Leyendo a algunos de los afortunados que cuentan cómo han conseguido alcanzar su independencia financiera, todos coinciden y tienen como punto en común el haber empezado a ahorrar desde el primer instante en que obtenían sus ingresos.

La clave vuelve a estar en el ahorro, en acostumbrarse desde el principio a ahorrar.

También coinciden en haber sido muy estrictos en sus gastos, incluso han llegado a gastar apenas un 25% de sus ingresos, extremo al que tampoco es necesario llegar.

Pero sí es clave conocer cuáles son nuestros gastos, analizarlos y no “cargar” nuestra mochila con “piedras” innecesarias que no nos van a permitir avanzar en nuestro largo camino.

 

¿Conoces a qué gastos destinas tu dinero?

Identifiquemos cuáles son nuestros activos financieros y no financieros, relacionemos todo lo que compone nuestro patrimonio y pongámoslo a trabajar.

Destinemos parte de nuestros ingresos al ahorro y cuando tengamos un cierto ahorro, pongámoslo a trabajar.

Reinvertir los beneficios que nos genere nuestro ahorro para que siga trabajando.

Tan obvio nos resulta que son muchas las veces en las que nos olvidamos, gastando más de lo que ingresamos, obligándonos por el consumismo a endeudarnos financieramente más de lo que podemos.

Es un gran error vivir continuamente endeudándonos para adquirir “cosas” que llenan de más piedras nuestra mochila en nuestro camino de la vida.

Si aspiramos a conseguir esta independencia financiera no podemos gastar más de lo que ingresamos y debemos destinar parte de lo que ingresamos al ahorro.

Si no queremos no tener que trabajar para pagar los recibos de préstamos del banco, algo tendremos que empezar a hacer hoy para alcanzar nuestra independencia financiera.